miércoles, octubre 08, 2008

Anti-Maravilla

No me gusta la Coca Cola caliente, y creo qeu no soy el único, por eso prefiero no ser yo el que sea el dueño de la última botella (o lata) de CocaCola en el desierto. Además, el que sí sea el dueño, no tendría poder ni me produciría envidia - Esta Hirviendo - yo le diría... y él tendría que tomarse esa melaza sin chistar.