martes, marzo 31, 2009

Anti-Maravilla

El pico y placa redujo: La cantidad de carros en las calles, la venta de gasolina, el consumo en general, la felcidad promedio. Con la crisis financiera pronostica que habrá menos carros en las calles, el petroleo valdrá menos e igual no habrá quein lo compre, se reducirá el consumo en general y la felicdad promedio será menor. En otras palabras, con o sin Samuel Moreno, vamos a terminar caminando en vez de manejando.

domingo, marzo 15, 2009

¡Ante las Injusticias de "El Sistema"! ¡Uníos!

-En Coautoría con CamiloVallejoG.
http://letras-entre-bambalinas.blogspot.com/

“Venerada la máquina, el hombre… ¿Qué?”


“Usted está comunicado con la Pontificia Universidad Javeriana, for english press 1, , Si conoce el número de la extensión digítelo ahora… Si desea poner una queja por una falla de El Sistema, cuelgue, y comuníquese de nuevo más tarde ”.

Le tenemos miedo al sistema y, luego de este artículo, le tendremos aún más. La plataforma de la universidad, o El Sistema, es como una tramoya de efectos especiales, una estructura firme, si la miramos desde el otro lado de la pantalla, pero que está diseñada para colapsar. Desde su base es sospechosa, que uno se registre en un portal denominado people-soft, no es muy gratificante cuando de estabilidad se trata; porque si bien la universidad conoce cuántos estudiantes tienen que registrarse en cierta fecha, el servidor colapsa casi que con gusto durante las 36 horas que tenemos de cita (cita que el mismo sistema nos ha asignado) y ahí comienza nuestro via crucis. Porque El Sistema, adolece de tantos errores que de por sí uno creería que es en cierta forma humano, pues se le trata como tal. Si uno comete un error al digitar una clase, la única forma de arreglar el yerro es con un sinnúmero de cartas dirigidas a diversas dependencias de la Universidad en las que, se supone, debería estar El Sistema, o al menos un emisor que reajuste la información y atienda lo pedido. Porque, así como en un pleito con una aseguradora, uno debe darle tantas vueltas a la Universidad por un error mecanográfico que se siente como un perro persiguiendo su propia cola, que al final del día, termina exhausto y sin lograr su cometido.

El Sistema es acreedor de pasionales odios y amores, algo así como Piedad Córdoba en digital, pues cuenta hasta con grupos criticando su gestión en Facebook. Porque si de El Sistema hablamos, debemos entender que tiene pocos amigos, pues uno se lo imagina, a El Sistema y a quién lo programó, como un Nerd con ansia de poder, encerrado en el bunker debajo de la cafetería central, como una especie de Arquitecto en The Matrix, que si lo llegáramos a enfrentar, nos daría una respuesta más confusa que todo el problema por el cual estamos reclamando, o, si nos va bien, nos diría que somos los elegidos para descubrir “lo real”. Es un tirano cuyo nombre nadie conoce, un rey sin corona al que todos rendimos pleitesía en silencio, y lo criticamos duramente, porque todo es siempre culpa de El Sistema: que se acabe el cupo de una clase, que la clase sea en un salón que huele feo, que no se compute una nota, que suban los precios de la cafetería, que la clase sea de noche, que no haya parqueaderos, que los profesores renuncien porque no tienen dónde parquear, que el profesor sencillamente nos odie, entre otros. Es un ser vengativo, quizás si llegáramos a mandar este escrito por el e-mail institucional se eliminarían todas las clases que tenemos inscritas y aparecería un reporte de cartera en el área financiera de la universidad contabilizándonos los intereses de mora desde primer semestre.

Esta lucha frenética en la cual El Sistema nos enajena, nos ha llevado al auge de la filosofía popisiana del filósofo mexicano Gómez Bolaños, en la cual, cada vez que buscamos solucionar los errores de un sistema que insistimos en reconocer infalible, todo aquél que sabemos obligado a ayudarnos en ello, responde con un certero: “Acúsalo con tu mamá Kiko” (tómese en este caso a la “mamá de Kiko” como el fantasmagórico El Sistema). Nos ha llevado a una práctica análoga a la doméstica, en la cual, pidiéndole permiso a nuestra mamá, nos dice que le preguntemos a nuestro papá; con la diferencia de que esta vez no hay papá, porque es uno del cual se desconoce su paradero, su apariencia y hasta la forma de comunicarnos con él. Es como la paradoja democrática, en la cual se predica que todas las problemáticas del pueblo son culpa de la democracia, sabiendo que ésta es la que existe en razón de la voluntad de aquél.

Esperamos que al escribir esto, El Sistema y todos los Popis que caminan por ahí por la universidad con su muñeca Cerafina, gozando de la comodidad que les trae el no apersonarse ni responsabilizarse de los deberes que les corresponde, tengan piedad de nosotros; igual esperamos que los lectores se unan a esta causa marciana, que es distinta a la marxista, de luchar en contra de El Sistema; ojalá también nos “echen ojito” por si desaparecemos, uno nunca sabe, El Sistema siempre consigue cómo defenderse, y el agente Smith, con los otros agentes de negro acechan detrás de cualquier esquina.

miércoles, marzo 11, 2009

Anti-Maravilla

De un foro pro-reelección (bis) al que asistí ayer, salí con una pregunta gráfica. Pues todos los potenciales candidatos (a algo, elegible claro, así Rodrigo Rivera diga que él no es candidato) aludían a que ellos iban a continuar llevando las Banderas de la "Seguridá Democrática", o que el sucesor (así suceda que es el mismo) seguro que las llevaría tambien. Pero... ¿Qué tiene pintado, o de qué color, o cómo es esa bandera que tanto les importa?

Las Aventuras y desventuras de Ergar Omnes & Perito Perez

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Debut a publicar en la próxima edición de Foro Javeriano