lunes, enero 30, 2012

Desempolvando a Santiago Moure y Martín de Francisco




TV por Rantes (Flickr) Algunos derechos reservados
La tapa es utilizar la nostalgia como método publicitario ; ojalá por exceso de imagen.

Interesante… o no.

Quería saber qué se traían entre manos dos personajes memorables por sus mismos personajes, insinuando entrar en la dinámica internettística (sic) de mejor o peor manera. Aunque el abrebocas de dos sujetos decadentes cargados de melancolía comentado videos virales colombianos con fecha de expiración lejana como dos abuelitos rememorando entre refunfuñes daba algo esperanza, era una imagen carente de innovación.

Ellos, enquistados en el sentir de muchos, son para el inconsciente colectivo la bandera de la acidez en los noventa; su amago de regreso estaba cargado por la posibilidad de repetir y reclamar su espacio. Existían voces paralelas a las de ellos que en su momento le hablaban a un público mayor (Jaime Garzón p.e.) y no a la casta de “jóvenes” noventeros. Los ”jóvenes”… y ellos ya no lo son tanto, eran su público.

Desgracia la mía tener que crecer en los dosmiles con la necesidad de importar humor negro y sarcasmo de otras fronteras, con la nostalgiavintage de saber que es posible tener un programa local que propicie la irreverencia. ¿Pido la parola? ¿En serio? … Sábados Felices quizás, re-encáucheme este salpicón. La salida fue South Park, Family Guy, Jon Stewart. Incluso Anthony Bourdain propone mejores perspectivas punzantes que muchos de la TV y la radio en Colombia.

Porque quedan caricaturistas buenos (Leo), y tiránicos tiranos con puño alzado (Parodiario.tv) creo que hay esperanza; ellos entienden que “humor” no solo se trata de contar al aire “huesitos de marrano” o escribir“pincher” medio de un párrafo blandengue.

Fue un verdadero “show mediático”, de esos que tanto nos gusta hacer en simultaneo alrededor de las nalgas de los famosos y del funcionario público de turno. Fue como abrir un armario empolvado buscando fotos que era mejor que continuaran siendo parte del olvido.

Moure es actor, y lo reafirma con frecuencia; me alegra que le esté yendo bien. Mis amigos (que sí ven fútbol), afirman que lo mejor del fútbol Colombiano hoy, son los comentarios de Martín de Francisco en su salsa, escupiéndole al micrófono adjetivos castizos, precisos y rebuscados… el único problema, dicen, es que para oírlo toca aguantarse a Casale.

El vacío de un programa incómodo subsiste, la nostalgia de hacerlo localmente también, ¿oportunidades para llenarlo?… muchas.

Mientras tanto, ¿quién podrá defendernos de los publicistas?

martes, enero 24, 2012

De la nueva Fiscalía General de la Nación.


Julio Sánchez C., la verdadera arma de distorsión masiva; confeso desinformado por ocupación, así lo afirma frente a quienes entrevista, usted entenderá, no tenemos tiempo para  saber si alguien más está opinando sobre esto.

No lo haré más, no quiero seguir escuchando su programa, pero termina siendo una de esas fuentes obligadas de información por donde rondan los temas centrales de las conversaciones con mis tíos, sin falta, es el lugar común y el punto de partida.

Pero ¿qué pensará Julito de SOPA?, nada, el precio del salmón en Tokyo también es importante. ¿Y será que en este país habrá más corruptos que los Moreno Rojas y los Nule?… me sorprendería si no.

Correcto, el tiempo al aire es limitado, así como el espacio informativo de cualquiera, así como mi límite es de espacio y caracteres; el corazón también estratifica los odios y reserva lugares numerados. Vender tiempo… “bonito” concepto.

No me cuelgue, por favor, se disculpan, y los cortan con habilidad magistral a mitad de una frase para darle paso al tono de verdad con el que  escupe improperios a todo el que decida contestar el teléfono. Lo duro, en realidad, es pensar que el micrófono más cáustico era el de Félix de Bedout.

Así las cosas, por influencia, el gran generador de lo noticioso ha convencido a muchos que las mujeres se dejan violar, que todo el mundo responde por lo de todo el mundo, que abrir una investigación es hacer justicia, que anunciar sin cumplir es delito y que toda verdad a medias es una gran mentira (porque argumenta, supongo, que es diferente a lo que él hace).

En el fondo le agradezco que agudizara mi acides del tinto de la mañanas, mi placer morboso. Como consuelo, mientras escucho seguiré esperando que Alberto Casas, entre las rendijas, opine algo; eso le da al menos juicio a tanto caos.

Mal interprétenme si quieren, soy total convencido y defensor de los medios de comunicación parcializados, que disecan la los textos buscando su interés, pero que disecan a muchos y también dejan que otros abran las venas de sus propias tesis. El lío, como siempre, está en saber a qué interés se responde, y si es o no admirable responderle a ese impulso. Este caso es de banalidad y vanidad.

No me cuelgue… lo felicito por su programa, sí, sí, Gina, ¡Claro!, ¿el tema del día?, no… pensé que podía opinar de lo que qui. 

martes, enero 17, 2012

Te hablo desde la prisión.

De posesiones y otras andanzas.

Quizás les dé tiempo de leer alguito, de hacerse a la lectura. Yo pediría eso, un cofre lleno de libros; pero por el momento no estoy preparando ningún plan para terminar encerrado en la cárcel. Como va el país, incluso lo funcionarios públicos, que no tienen planes para ello, acabarán tras las rejas, así sea de forma temporal.

Pero todo no debería ser únicamente despachar y empacharse. Un alcalde encanado parece tan normal; como si Bogotá hubiera tenido uno. Incluso, que los testigos de una falseada posesión sean compañeros reclusos, los cuales en su despedida firmaron gustosos el ascenso de sus compañeros al populoso y célebre pabellón de servidores de públicos. Eso lo hace un acto memorable. Y sí, en la picota hay un pabellón de servidores públicos, con asinamiento, por si preguntan.

Todo fueron mentiras, patrañas, cortinas de humo… estrategias poco usadas en nuestra andina nación. Una declaración extra-juicio sin efectos; aquí incluso las hechas ante las cortes corren con la misma suerte.

Toda desfachatez tiene sus bemoles, claro. La Dirección Nacional de Estupefacientes anunció que con la venta de predios incautados al narcotráfico se financiará la construcción de nuevas cárceles, ¿y cómo no?, con tanto potencial de corrupción no debería esperarse otra cosa.

En mi tierra, Santander, la posesión del garitocrático Gobernador, el cual se promocionó únicamente con su apellido de pila para que la confusión con su padre fuera más sencilla y nadie se diera cuenta que era sobre un inexperto tipo de 30 años que recaería la responsabilidad de llevar las riendas del departamento, se realizó en aquel parque en el que su padre, el coronel, se inmortalizó bebiendo del cañón del Chicamocha, a pocos pasos del monumento construido como homenaje a los próceres Santandereanos que luchan sobre una hoja de tabaco. Que sea dicho de paso, por las condiciones en que se construyó el parque, el monumento bien habría podido ser un serrucho, que también es una hoja emblemática para la política en Santandereana. Títere, tirín tin tin.

Ojalá fuera el mundo al revés. Somos como esa historia de los ratones eligiendo gatos blancos como gobernantes, y al mismo tiempo somos la tragedia de la extinción de la buena fe por exceso de abuso.
Ojalá que los políticos no se posesionaran sino que los poseyeran. Que los invadiera al menos el espíritu de la ley, si queremos ser muy cursis. Pero no pido tanto, quisiera que tuvieran algo de vergüenza. Hablando desde la posición de alguien que cree que los que a los ojos de la prensa se equivocan a cada paso, lo hacen con la total convicción de estar haciendo lo correcto… ¿pero en serio el cinismo puede ser tal?

Nuevas investigaciones vendrán, la condenas pertinentes llegaran con cojera, señalando a las escobas que tan bien deben andar barriendo en su novedad. Sin ofender, hay quien hace un su trabajo de forma digna, quizás haga falta eso, dignificar al político; por el momento, internet se divierte en la cacería de brujas. La híper-información le clavó un rabo de paja a todos los que paren en la plaza pública.

Será cambiar de canal, pues aquí siempre hay cuatro esquinas, y entre esquina y esquina siempre habrá lo mismo.

miércoles, enero 04, 2012

Boom boom boom #SOPA


Mafalda refunfuñaría, como siempre, la SOPA está en la mesa. El Stop Online Piracy Act (Propuesta para acabar la piratería en Internet en EEUU) tiene en jaque las libertades de los usuarios de internet; no solo gringos, créanme, es solo el comienzo. SOPA es algo similar a la Ley Lleras… aunque la de aquí no era tan radical, dirán. Sí y no, señores, sí y no.

Una ley de restricción internetística tenderá a su uso obsceno porque internet no es ninguna utopía. Sobre la misma operan poderes económicos, de información y gubernamentales tal y como pasa en cualquier instancia que conocemos; con un picante adicional, nos da la sensación de tener una voz en el mar en el que todos la tienen. Otorga libertad de escribir lo que uno quiera, pero como en cualquier mercado, otorga la libertad al consumidor de no tener que ponernos atención.

Mientras escribo, los grandes overlords de Internet amenazan con un boicot de 24 horas (el 23 de Enero) como mecanismo de presión frente un Congreso avejentado… hablo de Google, Facebook, Twitter, Yahoo (meh) y otras redes (aunque con las primeras tres basta). Una hermosa solución nuclear. Ojalá sea cierto.

La Ley Lleras no prosperó en Colombia gracias a los esfuerzos de conglomerados al tanto del asunto, varios Congresistas que entendieron que no era viable y la vejez propia del Congreso de la República.

Pataleo, y con gusto.

Porque insisto: el futuro del medio de comunicación principal de mi generación debe ser regulado por mi generación. Permitirle su estado salvaje y desarrollarse como la gran letrina de comentarios que es, patrocinando interacciones absurdas con gente que ya no queremos conocer, acortado distancias que ya nadie quiere caminar y dando acceso gratuito a todo lo que se niega a tener un pedazo de publicidad encima. Es un problema de modelo de negocio y de darwinismo.

Aunque creo que las iniciativas de este tipo (similares a Ley Lleras) están destinadas a fracasar, la causa  estará lejos de hordas de jóvenes desnudos encadenados frente al capitolio. Será por el principal mal del Congreso en este tema: vejez.

Pero también será por exceso de desinformación, por prioridad de otros proyectos de interés nacional y por el poco capital electoral que aporta una iniciativa en este frente.

Paradójicamente estas razones son las mismas por las cuales Internet funciona: por exceso de desinformación, por ser el jardín de las delicias de la procrastinación y porque aporta poco capital electoral (en caso de duda, preguntar por Antanas Presidente).

Hay una luz de esperanza. Espero que ninguna iniciativa similar prospere, apuesto que SOPA no pasará (y me juego mi alma en esto), porque creo que si un congresista no entiende que en Internet hay más que “virus”, también está dispuesto archivar un proyecto a pupitrazo: por ego. [fingers crossed]