martes, marzo 27, 2012

La verdad parcelizada


Publicado en HojaBlanca

Porque de cantar y cantar vive la Justicia. De la omertà los capos y de sus fuentes la prensa.

Difícil.

Jack Pierce en una escena de la película House of Frankestein.
Difícil establecer un criterio de veracidad sobre quienes narran un territorio que no solo esta sumido en un conflicto de décadas, sino que tiene hasta el cuello sus índices de corrupción, historias de poder y hechos que, si conociéramos al detalle, quizás no nos dejarían dormir.

Y no solo del poder oficial, vale aclarar, esa sería una enfermedad curable, que se esfumaría al elegir a un director con batuta, sin huevos, pero con batuta. La tensión siempre estará en los poderes vedados, que reclaman la poca humanidad que nos queda.

¿Entonces a quién creerle? ¿a la prensa oficial? ¿al gobierno? ¿a los locos en la calle? ¿a nuestra propia paranoia?

Es tierno verlos discutir sobre cuántas declaraciones falsas puede dar un delincuente, o argumentar que la credibilidad de un individuo depende de que tan buen muchacho ha sido; al unísono, retumba en mi cabeza una clase universitaria donde mi profesor, decía con orgullo, que el Derecho no podía establecer la verdad de los hechos, sino únicamente la verdad procesal.